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Tres,dos,uno ¡¡Acción!!
Posted by nenachevi
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8:36

Quizá a esta hora llegas a tu trabajo, ese paraíso sin límites en el que desahogas tus frustraciones, ese campo enorme donde siembras cada día las semillas del éxito que esperas cosechar algún día; saludas sin muchas ganas a quienes te vas encontrando en el camino: maquilladores, luminotécnicos, el editor, los cámaras, tus compañeros farsantes que te colaboran en la vida diaria en la que finges esa otra vida que te encantaría vivir, no ésta que desgraciadamente te tocó padecer a mi lado. Pero no te angusties, te lo repito, ya no estarás atada a mí, condenada a este infierno perfecto en el que hasta los demonios hace rato se aburrieron. Lo que viene ahora para ti es la fama, las portadas de las revistas, quizá un romance con algún modelo de esos con los que tanto te gusta compararme, salidas a restaurantes costosos en donde todos los rostros girarán a tu alrededor como satélites, deslumbrados por tu brillo; esas cosas con las que deliras mientras abres la puerta de tu camerino, te quitas la chaqueta que te protege del frío de la madrugada y te dejas caer sobre la silla frente al espejo en que ves a esa mujer en la que late como un pulso desesperado el ansia de gloria, pero que al mismo tiempo sufre porque su marido es un pusilánime que no comprende la importancia de estas cosas y se la pasa repitiendo que el mundo al que aspiras es sólo una apariencia y que tarde o temprano se acabará y sólo quedarán como testimonio las escorias del recuerdo. Pero te repones cuando entran la maquilladora y el estilista que harán surgir en tu cuerpo a Marcela, la protagonista de la telenovela con el más alto rato en toda la historia de la televisión en Ningunaparte, esa muchacha humilde y trabajadora que va saliendo poco a poco del mundo miserable que la rodea hasta que descubre que es el producto de una violación sufrida por su madre a manos de un poderoso industrial ebrio, esa muchacha enamorada por casualidad de quien resulta ser su propio hermano y que al final no lo es, por obra y gracia del librero y del director, ese que entra bruscamente en tu camerino, te saluda y te recuerda que en quince minutos empiezan a grabar.